Recuerdos...

Viernes 4 de Mayo

Al despertar por la mañana, recordé mis dos primeros años de estudios superiores, junto con esos recuerdos muchas emociones de aquellos momentos vividos, que fueron muy hermosos y sanos, donde la inocencia aun no pensaba desaparecer, la vida aun color de rozas, y por sobre todo estaba él…

Amor furtivo en mi corazón, que era solo mío y para mi, que soñaba despierta, que vivía en su función, se supone que eso pasa cuando se esta enamorado… sin embargo se aprende y cuando caímos en el error tienes la opción de no volver a caer o de seguir errando… y yo aprendí… pero aun no olvido…
Durante todo el día pensé en él, en todo lo que lo ame sin decir ni una palabra, aunque una mirada dicen más que mil palabras, nunca fue suficiente…

Si no se hubiese ido de mi lado no habría dado pie para saber lo evidente, hubiese muerto el secreto en mi corazón y yo con él… pero la desesperación de tenerlo lejos me incentivó, de no pasar quizás nunca hubiese crecido, quizás ese amor se hubiese transformado en dolor…

Ahora a más de un año de su ausencia, estuvo más presente que nunca durante todo el día, faltaban horas para mi ceremonia de titulación y el solo hecho de saber que no estaría junto a mi lado se hacían más vivos los recuerdos, y más que los recuerdos los deseos y los sueños.

Todo el día con una especie de alegría, melancolía, añoranza y sueños…

En el camino hacia la ceremonia sonó en la radio del auto la canción que siempre me recordó a él, …”ese hombre tiene algo que me nubla la razón, yo lo veo y se me pone como loco el corazón, cuando me mira casi casi ya no puedo ni pensar, el se adueño de mi cabeza y de todo lo demás…” de nuevo pensando en él, quien iba a decir que después de un año se agolparían tan vivamente los recuerdos.

Ya instalada en el auditórium, desde mi asiento miraba a mi alrededor y ni el nerviosismo alejó de mí el pensamiento de que quien me debería estar entregando mi titulo seria él, y sin embargo no está.

Titulo en mano, roza en mano y mil emociones, hablaba el locutor de el reconocimiento al mejor rendimiento, minutos antes comentaba con mi amiga la posibilidad de ser yo, pero surgieron mil dudas por que eran demasiados alumnos, fue todo muy rápido y de repente escuche mi nombre, “excelencia académica y única becada para continuar estudios” mmm… estaba feliz, dicen que aplaudieron mucho pero yo no estaba ahí, no asimile nada, solo los abrazos de mi familia cuando bajé del escenario, que ocupaban la primera fila.
Nuevamente me hubiese gustado que estuviera ahí aunque sea como la autoridad que era para recibir su abrazo, gran parte de ese logro fue por su motivación.

Si alguna vez lees esto me gustaría que sepas que siempre estuviste presente, que mis sentimientos no fueron una ligereza ni un capricho, que fueron los más puros y sanos como aquel del primer amor, pero el corazón necesita de un amor reciproco, y aprendí a no cultivar amores no correspondidos, por que al final duele demasiado.

De vuelta a casa, nuevamente en la radio tocaron la canción, y ya más relajada sin nervios de por medio lo recordé, y quizás siga recordando por mucho tiempo pero no se puede vivir de recuerdos, tengo un presente y uno muy especial, uno que me escucha y que se preocupa por mí, uno que me dice te quiero y que me dice que se alejará, uno que dice estoy aquí pero no puedo estar contigo, uno que dice tantas cosas, que cada día menos entiendo, pero que las dice…

Sí mi niño, se que me estas leyendo… siempre lo haces… me gustó tu regalo y tus palabras… gracias por estar ahí aunque sea a la distancia.

Gracias a mi familia maravillosa que siempre me apoya, gracias a Tamara mi amiga incondicional que estuvo acompañándome, y a mi amiga Lorena que soportó todas mis manías, que me escuchó una y otra vez hablar de lo mismo, siempre de él, y gracias a todos los que les hubiese gustado estar ahí y no pudieron.

Fue un día maravilloso.